Insonorizar un recinto supone aislarlo acústicamente del exterior, lo cual implica una doble dirección, evitar que el sonido que producimos
salga al exterior y evitar de este modo la contaminación acústica y a su vez evitar que el ruido exterior penetre en nuestro espacio como
dormitorios, despachos… en definitiva, en centros en los que se requiere confort acústico.

Utilizamos los mejores materiales con soluciones adaptadas para cada caso, testadas con pruebas de ensayo y su certificación de
ingeniería. Contacta con nosotros y te daremos presupuesto sin compromiso realizando un estudio del tipo de solución que mejor
se adapta a sus necesidades.